En el horizonte el sol, en el corazón la
sangre, en la cabeza la locura.
-¿Conque así se siente?
-¿Así se siente? ¿Qué?
- Ver cómo todo en un segundo se destruye
y en tus manos está cambiarlo pero no quieres. Prefieres seguir viendo cómo
todo en lo que creías deja de existir, cómo cada luz se hace oscura, cómo
cada realidad es mentira... Mentiras, ¿alguna vez las has contado?
-Cuento cada vez que no te engaño.
-Te mueres.
- No... aún.
- Eso crees. O quieres creer. Pero para
mí, así tu cuerpo viva, estás muerta en vida.
-¿Solo porque no te quiero más?
-Solo PORQUE NUNCA LO HICISTE. El querer
no se va, no se evapora, es claro como el agua, rápido como el viento, quema
como el fuego y corta como la espada. Pasarse la vida amando es como pasar de
ser un gusano a ser una mariposa: las mariposas solo viven un día, un segundo
en nuestras vidas, pero para ellas puede ser una eternidad.
-La eternidad no existe. Y si existiera,
no sería un día. Pero una mariposa hizo lo que tú nunca pudiste: volar.
-Hasta nunca, dice él.
-Hasta siempre, dice ella.
Diálogo de un diálogo que nunca nada oyó,
ni comentó, ni escribió, ni relató.
Aparte de mí, que no soy nada.