martes, 30 de agosto de 2011

Lega-legalización, cannabis… (I)

Antes que nada, debo reconocer que casi he abandonado el blog. Sin embargo, no es culpa mía. La razón es que he tenido muchísimo trabajo en la Universidad y no me queda tiempo libre para escribir.  Tanto es así, que mi libreta está llena de posibles temas para el blog y de esbozos de nuevos temas que, ahora lo sé, jamás terminaré. En fin, aquí está una nueva entrada y la promesa de escribir al menos una vez a la semana. Sin más preámbulos, entremos en materia.

La semana anterior, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia dio a conocer una decisión que, a mi modo de ver, es histórica. Y no es para más. Resolviendo un recurso de casación, determinó que detener a alguien por consumir sustancias psicoactivas y psicoadictivas (SPA) es inconstitucional y, por tanto, viola los derechos fundamentales de los adictos. Al decir de la Corte, el adicto a SPA solamente está afectándose a sí mismo, pero no a la colectividad, por lo que detenerlos afecta el libre desarrollo de la personalidad.

Visto este nuevo panorama, creo que se dan los primeros pasos para la legalización de la producción, porte y consumo de SPA. Por supuesto, semejante cambio requiere de un análisis juicioso. Por eso he decidido exponer, lo más claro posible y sin un difícil vocabulario académico, las razones por las que lo considero viable.
Sobra aclarar que todo no puedo exponerlo en una misma entrada, motivo por el cual el tema estará dividido en varias entregas que publicaré periódicamente.

En esta primera entrada, voy a referirme al marco normativo de las SPA. Trataré de ser breve y fácil de entender. Así que repito: No hay vocabulario académico. Además, esto no está dirigido a expertos, por lo que las críticas que se me hagan deben ser acordes con esta idea.

Para comenzar, la ley 30 de 1986, por la que se “adopta el Estatuto Nacional de Estupefacientes” penalizaba el porte, consumo, comercialización, producción y demás actividades relacionadas con las SPA. Pero, como suele suceder en nuestra querida jungla tercermundista, la norma estaba destinada al fracaso. Y aquí va la primera razón: Esta ley cometía el tremendo error de establecer una dosis para uso personal, o sea, “la cantidad de estupefacientes que una persona porta o conserva para su propio uso”, pero al mismo tiempo castigaba al que la portaba. Algo así como decir que el expendio de alcohol a menores es ilícito, pero sin establecer sanciones. Mismo modelo, pero a la inversa. Y mismo resultado: Norma inútil.

De otro lado, dicha ley obedecía a los caprichos morales del Gobierno de entonces y a las exigencias de Norte América más que a un verdadero resultado de estudios sobre políticas públicas. Todo al más puro estilo colombiano.

Así las cosas, el tiempo hizo lo suyo: Alguien abrió los ojos. De modo que en 1994, un ciudadano demandó por inconstitucional el literal j) del artículo 2o. y el artículo 51 de nuestra ley.
La Corte Constitucional, entonces, mostrando la racionalidad que siempre la ha caracterizado, en sentencia C – 221 de 1994, determinó que los arts. 51 y 87 violaban los derechos humanos fundamentales constitucionales de los adictos. Así se estableció lo que todos conocemos como la dosis mínima. Es decir, quien era encontrado en posesión de SPA en ciertas cantidades incluidas en el concepto de dosis mínima, no se consideraba delincuente, sino un enfermo que necesita de la sustancia que mitiga su sufrimiento. 

Sin embargo, aquí aparecía un  primer problema: El adicto no era penalizado, pero tampoco recibía la atención necesaria para superar o, por lo menos, paliar su enfermedad.
No obstante, Colombia permaneció así durante 24 años (¿Muchos? ¿Pocos?), pues en 2010 se aprobó el Acto Legislativo número 2 de 2009.
Pero antes de referirnos a este Acto, hay algo que no se puede dejar por fuera.

En el año 2002, oscuro para la historia mundial, ocurrió a Colombia uno de sus peores castigos: Accedió a la Presidencia de la República el idiota iluminado más dañino que el país ha conocido. Me refiero, claro está, al Mesías Álvaro Uribe Vélez, quien se hizo primer mandatario por la gracia de Dios, diversión del Diablo o simplemente ignorancia de los colombianos. (Cualquiera de las razones me parece válida. Juzguen ustedes mismos.)

Pues bien, como cualquiera con mediana capacidad de raciocinio sabe, todas las acciones de Uribe se caracterizaron por la imbecilidad. Y una de sus peores imbecilidades fue creer ciegamente que su moral era válida para todo y, por lo tanto, sustento de cualquier política.

De modo que Alvarito decidió, a toda costa, penalizar la dosis mínima, arrojando por la borda toda la evidencia empírica que señalaba lo errado que eso era. Así, el Mesías protagonizó no uno ni dos, sino tres intentos por lograrlo. Afortunadamente, los congresistas eran un poco más inteligentes y sistemáticamente borraron, en dos oportunidades, las esperanzas de Uribe de penalizar la dosis mínima.
Sin embargo, decidió lanzarse a la tercera. Aquí hay que decir que para los congresistas tanta insistencia ya era una falta de respeto.

Afortunadamente, la Corte Constitucional de nuevo salvó al país: Tumbó el referendo que buscaba autorizar la tercera reelección del dictador. O sea, Alvarito no pudo ver el resultado de su tercer proyecto. No obstante, Juan Manuel Santos, nuevo presidente, logró lo que Uribe no pudo: penalizó la dosis mínima a través de dos herramientas.

Primero, siguió adelante con el Proyecto de Acto Legislativo (PAL) que Uribe había dejado a medio camino. Es decir, el PAL número 2 de 2009, que antes nombré, en 2010 reformó la Constitución y desde allí prohibió el porte de SPA.
Segundo, con la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, a través de su artículo 11, reformó el art. 376 del Código Penal, estableciendo sanciones carcelarias y pecuniarias a los que porten SPA en cualquier cantidad. Cabe anotar que las penas se agravan mientras la cantidad que se porta sea mayor.

Con lo anterior, queda resumido como está actualmente el marco jurídico de las SPA. Sin embargo, esto no es más que eso: un resumen.

En una próxima entrega, analizaré porque es un error penalizar el consumo.

*Estas entradas sobre SPA, van especialmente dedicadas a Liliana Gutiérrez, por ser la única que, sin cansarse, me escucha siempre sobre una de las pocas obsesiones que tengo en la vida: la legalización del consumo.*

viernes, 29 de julio de 2011

Respuesta a "Por qué el infierno no existe"


Sí. Acepto que me gusta llevar la contraria y que a veces soy ofensivo. Por eso me llaman "jeta pendenciera". No voy a negarlo. Pero a mi favor, tengo que decir que yo no condeno a la gente a sufrir eternamente por llevarme la contraria, como lo hace alguien conmigo. 

Aunque parezca increíble, un católico (así se hace llamar) respondió a mi anterior post sobre el infierno.
Yo no tengo ningún problema con que la gente disienta. De hecho, me gusta que me lleven la contraria. Lo que no acepto es que un debate se convierta en amenazas. Por lo demás, son argumentos verdaderos los que deben acompañar una discusión educada, en vez de condenaciones eternas.

Pues bien, así sucedió con "católico". Primero, no se identificó. Se hace llamar "católico" a secas. Comenta sin perfil y no deja nada para ubicarlo en la web. Su primer comentario fue "Cuandose muera y se este quemando en el infierno va ver que si existe... (sic)" (Con los errores incluidos). No contento con eso, me envió un mail en el que me condenaba al infierno por toda la eternidad. Luego, un link a un blog "para que sepa lo que le espera".
Simplemente le respondí que agradecía su interés en la discusión y que su dios lo bendijera. Al fin y al cabo, él está convencido de que existe.
Publico su respuesta para que no piense que guardo la información. Además, le gente debe saber cómo es el infierno, si se entiende la ironía.


Sin más preámbulos, transcribo la descripción del infierno que me envió "católico":


"Visión del infierno de Santa Faustina Kowalska, según lo escribió en su diario:
 “Hoy, fui llevada por un ángel a las profundidades del infierno. Es un lugar de gran tortura; ¡qué imponentemente grande y extenso es! Los tipos de torturas que vi: la primera que constituye el infierno es la pérdida de Dios; la segunda es el eterno remordimiento de conciencia; la tercera es que la condición de uno nunca cambiará; (160) la cuarta es el fuego que penetra el alma sin destruirla; es un sufrimiento terrible, ya que es un fuego completamente espiritual, encendido por el enojo de Dios; la quinta tortura es la continua oscuridad y un terrible olor sofocante y, a pesar de la oscuridad, los demonios y las almas de los condenados se ven unos a otros y ven todo el mal, el propio y el del resto; la sexta tortura es la compañía constante de Satanás; la séptima es la horrible desesperación, el odio de Dios, las palabras viles, maldiciones y blasfemias. Éstas son las torturas sufridas por todos los condenado juntos, pero ése no es el extremo de los sufrimientos. Hay torturas especiales destinadas para las almas particulares. Éstos son los tormentos de los sentidos. Cada alma padece sufrimientos terribles e indescriptibles, relacionados con la forma en que ha pecado. Hay cavernas y hoyos de tortura donde una forma de agonía difiere de otra. Yo me habría muerto ante la visión de estas torturas si la omnipotencia de Dios no me hubiera sostenido.
Debe el pecador saber que será torturado por toda la eternidad, en esos sentidos que suele usar para pecar. (161) Estoy escribiendo esto por orden de Dios, para que ninguna alma pueda encontrar una excusa diciendo que no hay ningún infierno, o que nadie ha estado allí, y que por lo tanto nadie puede decir cómo es. Yo, Sor Faustina, por orden de Dios, he visitado los abismos del infierno para que pudiera hablar a las almas sobre él y para testificar sobre su existencia. No puedo hablar ahora sobre él; pero he recibido una orden de Dios de dejarlo por escrito. Los demonios estaban llenos de odio hacia mí, pero tuvieron que obedecerme por orden de Dios. Lo que he escrito es una sombra pálida de las cosas que vi. Pero noté una cosa: que la mayoría de las almas que están allí son de aquéllos que descreyeron que hay un infierno. Cuando regresé, apenas podía recuperarme del miedo. ¡Cuán terriblemente sufren las almas allí! Por consiguiente, oro aun más fervorosamente por la conversión de los pecadores. Suplico continuamente por la misericordia de Dios sobre ellos.
Oh mi Jesús, preferiría estar en agonía hasta el fin del mundo, entre los mayores sufrimientos, antes que ofenderte con el menor de los pecados”."
El original está aquí.
No tengo más que agregar. No responderé ataques personales.

jueves, 21 de julio de 2011

Por qué el infierno no existe

Para un ateo como yo, que tiene plena certeza de que no existe una fuerza ultraterrena ni arriba ni abajo que castigue o que premie los actos que los humanos realizan en la tierra, es obvio que no existe el tal infierno, pues nadie va a castigar a nadie.
Es simple: lo único que hay es la tierra, lo que vivimos en este mismo instante, y al morir, todo termina. No hay nada más allá; ningún castigo eterno esperando ni un paraíso para los justos.
Sin embargo, aún en el caso de que creyera en algún dios, por lo menos hasta ahora el infierno no existe. Y ya veremos por qué.
Vamos a suponer que existe Dios (el Dios cristiano: Jehová, Yahveh, el Mesías, etc.). Supondré, por un momento, que hay en el cielo un ser omnipotente, omnipresente y omnímodo que se dedica la mitad de su tiempo a crear seres para que lo alaben; y la otra mitad, a jugar a destruirlos por no cumplir, ya sea con lluvias de fuego, con diluvios universales o con apocalipsis. Por cierto, tiene una inmensa imaginación ese Dios. No contento con quitarles la vida mortal, los condena eternamente a un castigo de fuego y azufre para que expíen sus pecados.
Mientras todo eso llega, o sea, mientras esperamos la “venida” de Cristo, ciertas personas ya han visto a Dios, o ya están en el infierno.
Según la doctrina de la Iglesia, los justos ya están junto a Dios. Por ejemplo, cualquiera de esos que se llaman “Santos” ya tuvieron la visión beatífica. En ese orden de ideas, si los buenos ya estén en el cielo, entonces los malos ya están en el infierno.
Hasta ahí todo va bien. Sin embargo, la Biblia dice que en el fin del mundo todos los cuerpos se levantarán y se unirán con sus almas para ser juzgados en el Juicio Final.
Pues bien, aquí hay una contradicción brutal. ¿Cómo podría Dios, totalmente infalible y perfecto, convocar dos veces el mismo caso en su propio tribunal y juzgar en apelación su propia sentencia? Es decir, si ya hay santos junto a Dios, ¿Cómo va este último a realizar un Juicio Final, en el que todos estarán presentes, si ya decidió la suerte de algunos? Además, si desde el principio Dios lo sabe todo, nada escapa de su conocimiento y contiene toda la existencia del universo, ¿Para qué demonios va a realizar un Juicio en el final de los tiempos, si de antemano sabe el destino de cada ser? Peor, si él mismo decide desde el comienzo la suerte de hasta el último y más miserable microbio de toda la existencia.
Creo que aquí los creyentes destruyen su propia teoría. Dios es infalible, e imaginar doble sentencia por su parte, lo que supone revisión y por lo tanto posibilidad de error, sería para ellos mismos una herejía.
Con esto, el catolicismo se equivoca: No pueden haber santos ni visión beatifica hasta el final de los tiempos, luego tampoco hay infierno.
Si bien con esto sólo se evidencia que el infierno no existe por ahora, yo tengo la certeza de que nunca existirá. Al fin y al cabo, Dios no existe.

PS: Mientras leía la biblia para escribir este post, mi mamá, al verme leyéndola, se llenó de esperanzas. Una sonrisa se dibujó en su rostro y dijo "¡Qué dicha! Volviste a creer en Dios". Le respondí que leía el Apocalipsis por reírme un rato. Su reacción fue peor de lo que esperaba.

sábado, 16 de julio de 2011

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte - Parte 2



ALERTA DE SPOILERS 

(Si te arruino la película, no es mi culpa)

No sé si alguien más notó lo mismo, pero justo hoy, el día después de la premier en Colombia de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte – Parte 2, el sol volvió a brillar como hace mucho no lo hacía.
Y con razón. Las Reliquias Parte 2 superó mis expectativas. Y creo que las de muchos, también.
Basta con ver la excelente interpretación que cada uno hace. Hasta Dan Radcliffe por fin se ha vuelto un gran actor. La escena en que enfrenta a Snape (“Tell them how it happened that night. How you looked him in the eye, the man who trusted you, and killed him”) es memorable; y la reacción de Minerva es simplemente sublime.
Creo que no exagero al decir que es la mejor adaptación de la saga (Estoy seguro que va a ser película del año). Es la primera que es fiel al libro, sólo con unas pocas excepciones. Pero está vez, la regla es la coherencia con la novela.
La producción es magistral. Efectos especiales perfectamente equilibrados: ni muchos, ni pocos; la medida exacta para no saturar al público.
Pero volviendo a las actuaciones, admiro la capacidad de transformación que mostraron ciertos actores. Por ejemplo, Ralph Fiennes, desde el Cáliz, interpretó a un Voldemort cruel, inhumano. Sin embargo, en esta última parte nos regala un Señor Tenebroso con miedo, aterrorizado. Logra transmitir el terror que Riddle sentía al saber Harry está destruyendo los Horrocruxes. Un reconocimiento para Fiennes.
Por su parte, Maggie Smith logra sacar a McGonagall del papel de anciana profesora maternal, convirtiéndola en una guerrera incansable, dispuesta a morir por proteger Hogwarts y vencer a Voldemort. Amé, particularmente, verla arrojar fuego a Snape cuando este intenta enfrentar a Harry. Smith refleja, por fin, a la verdadera Minerva.
Finalmente, pero no por ello menos importante, Alan Rickman. Siempre pensé que nadie habría podido ser un mejor Severus Snape. Y lo confirmé en esta última entrega. Definitivamente, Rickman se luce. Espero no equivocarme, pero esta sea tal vez la mejor actuación de su carrera. Ni siquiera el frio y cruel Juez Turpin de Sweeney Todd puede compararse con su Severus Snape. La escena del Pensadero y los recuerdos de Severus es gloriosa. Poder mostrar amor desde un personaje así, es algo que sólo el genio de Rickman puede hacer. Me atrevo a afirmar que Alan es, de sobra, el mejor actor de toda la saga. Y Snape el mejor personaje, por supuesto.
Hubo escenas que marcarán la historia. Por ejemplo, el beso de Ron y Hermione es perfecto. Muestra muy bien los 7 años que llevan conteniéndose. Tan perfecto, diría yo, que opaca el de Ginny y Harry, que fue flojo, por lo demás.
Está también el regreso de Harry a Hogwarts. Al encontrase con el Ejército de Dumbledore en la Sala de los Menesteres, escuchamos Hedwig’s theme. Excelente idea de Yates, igual que la de mostrar a los Malfoy abandonar al Señor Tenebroso luego de que han recuperado a Draco. Fue bueno, porque reivindica la actitud maternal de Narcisa mucho más que el libro.
Sublime la escena en que Snape exige a estudiantes y profesores que entreguen a Harry, si alguien lo esconde: Los estudiantes caminando en filas con uniformes oscuros, en un claro homenaje a The Wall; luego Severus al frente, interrogándolos, y, finalmente, la sorpresiva aparición de Harry y la irrupción de la Orden es brutal. Tus defensas fallaron, Severus.
Creo que no seguiré. Si lo hago, habré narrado todo el filme. Pero antes de terminar, hay sólo cuatro cosas que no me gustaron.
Primero, no les dieron mucha importancia a los profesores Flitwick y Sprout. Una rápida aparición junto a Slughorn y Molly colocando la cúpula es casi todo lo que tenemos de ellos. Y hay que recordar que son los Jefes de las Casas, menos Slughorn, los que organizaron la resistencia. Magistral habría sido ver a Minerva retando a muerte a Horace. Sin embargo, nos dejan sin eso.
Segundo, no acepto que continúen mostrando a Neville como un torpe nerd. Longbotton tiene mucho más. Los que leímos el libro, sabemos que se convirtió en el líder de la oposición al régimen de Snape. Tanto, que trataron de atrapar a su abuela. No obstante, es tal la intención de los realizadores de dejarlo mal, que Voldemort y los Mortífagos se burlan de él cuando es el único que planta la cara el ejército conquistador. Además, obvian el momento en que ataca al Señor Tenebroso, y este reconoce su valentía. Ver el Sombrero Seleccionador incendiarse junto a Neville habría sido emocionante, pero de eso nada. No sé por qué no lo hacen, pero Neville merece que se le reconozca su valentía.
Tercero, qué injusticia la de Yates. Prefirió no mostar al verdadero Dumbledore. Dejó a todos con la imagen del anciano sabio y benévolo. No cuentan la historia de Grindelwald y Ariana, ni su obsesión por la Reliquias. Creo que habría sido excelente saber la verdad, exhibir a Albus tal cuál era. Sin embargo, de esa escena me encantó el bebé despellejado. La parte sufriente del alma de  Voldemort estaba perfecta. Yo, por lo menos, nunca pude imaginar cómo se vería, pero creo que estuvo bien.
Finalmente, lo que más detesté, lo que aún sigo sin aceptar y sé que jamás aceptaré, es lo más sencillo: la corta duración del filme. Creo que 130 minutos son muy poco para el épico final. Pero eso es lo que tenemos.
Para terminar, sé que sonará gay, pero lo reconozco: en toda la película, lloré seis veces. Muchas gracias.

Travesura realizada.

domingo, 5 de junio de 2011

Proclama de Obama sobre el colectivo LGBT.

Siempre me he considerado un liberal. Y por liberal no me refiero al sucio partido politiquero-clientelista colombiano que así se hace llamar, sino al verdadero liberalismo: al de la Revolución Francesa, al de liberté, égalité, fraternité
Soy un liberal, decía, y por supuesto un humanista, por lo que defiendo la igualdad de todos y la dignidad humana de cada uno. Gracias a eso, no encuentro diferencias en las personas por razón de su credo, nacionalidad o inclinación sexual.  En consecuencia, como es obvio, estoy de acuerdo con la conquista de derechos por parte de la comunidad LGBT, y apoyo totalmente su lucha.
Por lo anterior, considero pertinente presentar la traducción de la Proclama de Obama  sobre el Mes del Orgullo Gay, Lesbiano, Bisexual y Transexual. Quiero, además, reconocer los importantes avances del Presidente norteamericano, pues en un país de tradición conservadora, es un paso gigante lo que se ha logrado. Por último, agrego que sería deseable un presidente así en Colombia, al contrario del imbécil iluminado que nos gobernó durante 8 años.
Sin más preámbulos, la Proclama:


La Casa Blanca

Oficina del Secretario de Prensa
31 de mayo de 2011

MES DEL ORGULLO GAY, LESBIANO, BISEXUAL Y TRANSEXUAL


Proclama del Presidente de los Estados Unidos de América

La historia de la comunidad gay, lesbiana, bisexual y transexual de Estados Unidos [colectivo que se conoce por la sigla LGBT] es la historia de nuestros padres e hijos, nuestras madres e hijas, y amigos y vecinos que continúan la tarea de hacer de nuestro país una unión más perfecta. Es la historia de la lucha para hacer realidad la gran promesa estadounidense: Que todas las personas pueden vivir con dignidad y en pie de igualdad ante la ley. Cada junio, conmemoramos a las personas valientes que han luchado para alcanzar esta promesa para los estadounidenses LGBT y nos dedicamos de nuevo a la búsqueda de la igualdad de derechos para todos, independientemente de la orientación sexual o identidad de género.

Desde que asumí el cargo, mi administración ha hecho progresos significativos en lo que respecta a lograr la igualdad para los estadounidenses de la comunidad LGBT. En diciembre pasado, tuve el honor de firmar la derogación de la política discriminatoria Don't Ask, Don't Tell [No preguntes, no cuentes]. Con esta derogación, los gays y las lesbianas podrán por primera vez en la historia de nuestro país prestar servicio militar, abiertamente, en nuestras Fuerzas Armadas. Nuestra seguridad nacional se verá fortalecida y la aportación heroica que estos estadounidenses hacen a nuestras fuerzas armadas, y que han hecho a lo largo de nuestra historia, recibirá pleno reconocimiento.

Mi administración también ha tomado medidas para eliminar la discriminación contra los estadounidenses LGBT en los programas federales de vivienda y para otorgar a las personas de este colectivo el derecho a visitar a sus seres queridos en el hospital. En las políticas de no discriminación del poder ejecutivo hemos dejado bien sentado que en los lugares de trabajo del gobierno federal no se tolerará la discriminación en función de la identidad sexual de la persona. He seguido designando y nombrando a personas altamente cualificadas, que se identifican abiertamente como parte del colectivo LGBT, a cargos en el poder ejecutivo y el poder judicial. Debido a que reconocemos que los derechos LGBT son derechos humanos, mi administración se solidariza con los defensores de la igualdad en todo el mundo que están en la vanguardia de la lucha contra leyes perniciosas dirigidas contra personas LGBT e intentos maliciosos de excluir a las organizaciones LGBT de la plena participación en el sistema internacional. Dirigimos una campaña mundial para garantizar que la “orientación sexual” se incluyera en la resolución de las Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales –la única resolución de las Naciones Unidas que menciona específicamente a las personas LGBT– para enviar el mensaje inequívoco de que, independientemente del lugar en que se produzca, el asesinato de gays y lesbianas sancionado por el Estado es indefendible. Nadie debe ser objeto de perjuicio por ser quien es o por querer a la persona a la que quiere, y mi administración ha movilizado compromisos públicos sin precedentes de países de todo el mundo para unirse en la lucha contra el odio y la homofobia.

En nuestro país, nos dedicamos a abordar y eliminar la violencia contra personas del colectivo LGBT a través del cumplimiento y ejecución de la Ley Matthew Shepard y James Byrd Jr. para la Prevención de Delitos de Odio [motivados por prejuicios]. También dedicamos nuestros esfuerzos a reducir la amenaza del acoso escolar de jóvenes, incluidos los jóvenes LGBT. Mi administración colabora activamente con docentes y líderes comunitarios de todo el país para reducir la violencia y la discriminación en las escuelas. Con la finalidad de contribuir a disipar el mito de que el acoso es una faceta inofensiva o inevitable de convertirse en adulto, en el mes de marzo la Primera Dama y yo auspiciamos la primera Conferencia de la Casa Blanca sobre la prevención del acoso escolar. Muchos altos funcionarios del gobierno también participaron junto conmigo en la grabación de mensajes de vídeo de la campaña “Las cosas mejoran”, para transmitirles a los jóvenes LGBT que han sido víctimas del acoso el mensaje de que no están solos.

Este mes también es el 30 aniversario de la aparición de la epidemia de VIH/SIDA, que ha tenido un profundo impacto en la comunidad LGBT. Aunque hemos hecho grandes progresos en la lucha contra esta devastadora enfermedad, queda mucho por hacer y me he comprometido a ampliar el acceso a la prevención y atención del VIH/SIDA. El año pasado anuncié la primera Estrategia nacional sobre el VIH/SIDA para Estados Unidos. La estrategia se centra en combinar los enfoques basados en la evidencia para reducir las nuevas infecciones de VIH en las comunidades de alto riesgo, en mejorar la atención para las personas que padecen VIH/SIDA, y en reducir las disparidades de salud. Mi administración también aumentó los fondos nacionales que se destinan al Programa Ryan White de VIH/SIDA y prevención del VIH, y a las inversiones en la investigación del VIH/SIDA. Sin embargo, el gobierno no puede luchar contra esta enfermedad él solo. Este aniversario histórico es una oportunidad para que la comunidad LGBT y sus aliados se dediquen nuevamente a crear conciencia sobre el VIH/SIDA y a proseguir la lucha contra esta pandemia mortal.

Cada generación de estadounidenses ha acercado a nuestro país a cumplir su promesa de igualdad. Si bien el progreso ha tardado tiempo, nuestros logros en hacer avanzar los derechos de los estadounidenses del colectivo LGBT nos recuerdan que la historia está de nuestro lado y que el pueblo estadounidense jamás dejará de dedicar sus esfuerzos a alcanzar la libertad y la justicia para todos.

AHORA, POR TANTO, YO, BARACK OBAMA, presidente de los Estados Unidos de América, en virtud de la autoridad de que me invisten la Constitución y las leyes de Estados Unidos, proclamo por la presente el mes de junio de 2011 Mes del Orgullo Gay, Lesbiano, Bisexual y Transexual. Insto al pueblo de Estados Unidos a eliminar los prejuicios dondequiera que existan y a celebrar la enorme diversidad del pueblo estadounidense.

EN FE DE LO CUAL, firmo en este trigésimo primer día de mayo del año del año de Nuestro Señor dos mil once, y el ducentésimo trigésimo quinto de la independencia de los Estados Unidos de América.

BARACK OBAMA.



Aquí está el link de la versión original en inglés:

viernes, 3 de junio de 2011

La verdad sobre Garavito

Como siempre pasa en Colombia, ciertos temas se ponen de moda cuando el Gobierno Nacional necesita ocultar detalles: cortinas de humo, les llaman algunos. Pues bien, desde hace unos días se ha vuelto a poner de moda el tema Garavito, así que la gente anda diciendo que está a punto de salir de la cárcel, por lo que empieza un pandemonio colectivo en el que todos claman que no suceda.
De modo que uno ve como hay publicidad viral en Internet sobre Garavito; todo mundo postea el programa de Pirry; aparecen cientos de cadenas diciendo lo mismo (afortunadamente no me he dejado llevar por la BlackBerry adicción); los noticieros le dan pantalla y para completar, todos tus amigos quieren hablar de lo mismo.
Yo, la verdad, me canso muy rápido de los temas virales, y más cuando son temas tan estúpidos como este. Además, los que me conocen saben cuanto me gusta llevar la contraria y, siendo realistas, me harta no tener argumentos para hacerlo.
Por eso decidí investigar en qué va, verdaderamente, el proceso (los procesos) de Garavito. Me fui para el edificio ubicado en la calle 11 con Carrera 10, lugar donde se encuentran los Juzgados de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Bogotá. Allí, luego de insistir e insistir ante varios jueces, por fin pude entrevistar a Martha Sánchez Vargas, Juez de Ejecución de Penas. No transcribiré la entrevista completa, puesto que en ella no nos limitamos a un único tema. A continuación, muestro lo referente a Garavito:

Sebas Luna: Últimamente hemos visto como la supuesta inminente salida de Garavito de la cárcel ha generado indignación en los ciudadanos y críticas al aparato jurisdiccional, pues consideran que aplica castigos muy blandos contra delincuentes que "no se arrepienten". ¿Qué tiene que decir a ello?
Martha Sánchez: Siempre he creído que hay temas que sirven para ocultar otros. Si se fija, empiezan a publicitar a Garavito por temporadas. Ahora, es triste ver como personas sin conocimiento de las ciencias jurídicas critican nuestro trabajo, cuando en realidad no saben que tenemos que hacer cumplir la ley, nos guste o no. Suelen olvidar aquella locución latina que dice "dura lex, sed lex". Es hasta irresponsable que los medios contribuyan a ello
S.L: Tiene razón. Estudio Derecho y entiendo lo que quiere decir. Pero ¿cómo se le explica al ciudadano de a pie que así son las cosas legales y que con Garavito no se puede hacer nada? 
M.S: Pues bien, este es un punto al que quería llegar: Garavito aún no va a salir. Como ya se lo dije, la gente habla sin conocimiento de causa. A este delincuente aún le queda tiempo en la cárcel por purgar.
S.L.: ¿ O sea, que aún no va a salir libre?
M.S.: Se lo respondo con un ejemplo: supongamos que sale hoy de la cárcel, que cumple la pena que está pagando y le conceden la libertad. Pues bien, apenas reciba la boleta de libertad, estarán mis enviados esperándolo para traerlo a mi Despacho a que cumpla más penas. Mire, él aún tiene penas por cumplir. Conmigo tiene una de 12 años pendiente. Ahora bien, supongamos que no me lo entregan a mi. Detrás mío hay varios jueces de la mayoría de regiones del país que lo solicitan por lo mismo. Se lo digo con seguridad: aún le queda tiempo en la cárcel.
S.L.: Pero, ¿no se supone que los procesos se acumulan y paga por todos como si fuera uno solo?
M.S.: Si, pero no siempre. Es decir, los procesos no se acumulan porque sí. Es necesario cumplir ciertos requisitos, y Garavito no los cumple todos. Quiero decir, no todos los procesos de él están acumulados, por lo que aún le faltan muchos por cumplir.
S.L.: ¿Y si lo juzgan de nuevo no se viola el principio de Non Bis In Ídem?
M.S.: No. Para que se viole el Non Bis In Ídem debe tratarse de los mismos hechos y las mismas personas. Y los procesos a los que me refiero constan de víctimas distintas a aquellas por las que ya se le condenó, por lo que está abierta la posibilidad de muchas más condenas que no serán acumuladas. Por ello, cuando termina con unas, empieza a pagar la siguiente y así sucesivamente.
* Para aquellos que lo desconozcan, non bis in ídem (literalmente "No dos veces por lo mismo") es un principio de Derecho que establece que a nadie se le puede juzgar dos veces por lo mismo. Es decir, un caso cerrado no puede ser reabierto. Nota del autor. *
S.L.: Aclárenos algo: la pena máxima en Colombia es de 60 años. Si él purga una de, por ejemplo, 45 años y luego comienza una de 30, ¿no está pasando el tope?
M.S.: No, porque cada pena es independiente de la otra. Como los cargos no se le imputan en un mismo proceso, sino que son todos de diferentes casos, cada pena se contabiliza individualmente.

Terminó así la entrevista a la Juez Sánchez.
Evidentemente, queda demostrado que a Garavito le queda mucho tiempo en la cárcel, por lo que es falso decir que está a punto de quedar en libertad.
Con esto se le calla la boca a personajes como Gilma Jimenez, que con su populismo jurídico pretende aumentar su caudal electoral.
En una próxima entrega, analizaré porque es inviable la cadena perpetua para violadores de menores.

jueves, 2 de junio de 2011

Before Starting

Creo que comenzaré escribiendo sobre cine y literatura, pero antes de entrar en materia, voy a enumerar mis filmes y obras literarias favoritos, porque serán los primeros temas.

Filmes:
  • Sweeney Todd, the Demon Barber of Fleet Street (Tim Burton).
  • A Clockwork Orange (Stanley Kubrick).
  • The Exorcism of Emily Rose (Scott Derrickson).
  • Das Parfum – Die Geschichte eines Mörders ( Tom Tykwer).

Obras literarias:
Creo que no tengo una favorita, pero ahí va un intento:
  • 1984 (George Orwell).
  • El Anticristo (Anticristiano). Maldición sobre el cristianismo. (F. Nietzsche).
  • Harry Potter and the Deathly Hallows (J.K. Rowling).
En ambas listas falta mucho, pero es un comienzo.



Brand New Blog

Pues bien, ya estoy de vuelta a los blogs. Como esta es la primera entrada, no escribiré sobre nada en especial. Simplemente me doy a mí mismo la bienvenida.
Más tarde escribiré algo verdaderamente interesante.