jueves, 12 de junio de 2014

Votaré por Juan Manuel Santos

Votar es, básicamente, manifestar el apoyo a un candidato que representa las aspiraciones que uno tiene. Es decir, un candidato que defiende las mismas ideas y el mismo modelo de sociedad que responde a lo que uno sueña. Eso, sin embargo, solo sucede en un mundo ideal porque en la realidad es casi imposible encontrar un candidato perfecto, vale decir, que represente todas y cada una de las ideas que uno profesa.  Y en esas circunstancias, normalmente uno elige al candidato que más se acerca a los valores que uno defiende, lo cual implica que es aceptable que haya cosas del candidato con las que uno no comulga, pero al mismo tiempo hay unos mínimos no negociables, principios inamovibles que uno siempre defiende. En mi caso, por ejemplo, creo en una política sin maquinarias, que no recurra a la corrupción, a la compra de votos, al amiguismo, a los ataques personales y al irrespeto al elector sino que, muy al contrario, repudie todo ello y se centre en debatir sobre ideas a través de argumentos serios y racionales. En síntesis, yo no votaría por ningún candidato de los partidos tradicionales (que en realidad son empresas electoreras y no plataformas ideológicas).
Pero la vida da muchas vueltas. Tantas, tantísimas, que ahora me encuentro decidido a votar por Juan Manuel Santos este 15 de junio. Qué triste. Yo, que critico la corrupción, el amiguismo y la mal llamada mermelada, voy a votar por el candidato de los Vargas Lleras, los Musas, Los Ñoños y los Roy Barreras; el de Samper, Gaviria, El Tiempo y Caracol. El de élite, el que no es renovación.
Pero así y todo, lo haré totalmente convencido por dos razones. La primera, que es la más trillada, es el fin del conflicto armado, que no paz. Y es que los esfuerzos logrados hasta ahora por este gobierno son demasiado importantes como para echarlos por la borda así sin más, por el solo capricho de los que creen que es posible ganar militarmente una guerra de más de cincuenta años. Ahora bien, hay cosas poco llamativas en los acuerdos pero, abramos los ojos, siempre va a haber cosas poco llamativas en unos acuerdos de paz. ¿O es que los 8 años de cárcel de los paramilitares es la pena normal que habrían obtenido si no hubiera acuerdo? ¿O es que no han revisado nunca los acuerdos de, por ejemplo, Irlanda? La paz es cara y requiere muchas dosis de perdón, pero sobre todo de mucha capacidad de aceptar que los que han hecho la guerra son como nosotros: tienen aspiraciones y pueden expresarlas.
Mi segunda razón, que es igual de importante, es el temor. Temor a otro gobierno de Uribe (porque seamos realistas, Oscariván es un tercer periodo de Uribe, qué cuentos de independencia). Solo por mencionar algunos episodios, recuerdo al presidente diciéndoles “tinterillos” a los fiscales; chuzando a los opositores, magistrados y periodistas; invitando a los parapolíticos a votar sus proyectos antes de ser enviados a la cárcel; a Carlos Castaño, entre vivas y aplausos, entrando al Capitolio; a Tomás y Jerónimo Uribe con tierras mágicamente transformadas en zonas francas; a Uribe diciendo “siguiente pregunta, amigo” “si lo veo le doy en la cara, marica” “ellos no estaban recogiendo café”, entre otras perlas. Mientras rememoro esto, pienso en lo más reciente: en la ignorante María Fernanda Cabal (qué miedo esa señora) mandando a Gabriel García Márquez al infierno, diciendo que el comunismo es una enfermedad y dando gracias a Dios (qué miedo ese Dios) por librar a Colombia del comunismo ateo; en Oscariván diciendo que no conoce al hácker, que sí lo conoce, que lo contrató, que no lo contrató, que fue a la oficina, que no fue, que él sí está en el vídeo, que no se acuerda qué dijo, que todo es un montaje (…); en Pacho diciendo que electrocuten a los estudiantes, que eso es legítimo; en José Obdulio Gaviria convocado a un “juicio ejemplar” el siete de agosto contra todos los que creemos en la paz; en fin, el largo etcétera del uribismo que hace parecer este país un cuento de terror inacabable.

Todo eso me asusta y tampoco quiero que nos sigamos matando por unas ideas. Ya es hora de pasar la página, ya es hora de dejar atrás toda esa violencia, todo el odio, todas las atrocidades. Me propongo, entonces, a interrumpir mis vacaciones una vez más para volver mañana a Bogotá a votar y no dejar que por pasividad los criminales uribistas revivan el reino de terror que por ocho años tanto alabaron. Por eso, contra el miedo y por la paz, me pongo la palomita de los santistas y voto este 15 de junio por Santos. Porque quiero morirme después de la paz.

18 comentarios:

  1. Absolutamente de acuerdo. Infortunadamente estas elecciones no están enmarcadas en "manifestar el apoyo a un candidato que representa las aspiraciones que uno tiene." Como están las cosas, se acudirá a las urnas a depositar el voto,no por quien me representa, si no encontrar del que me parece hará mas daño. Un abrazo, gracias por compartir

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  2. Totalmente de acuerdo te felicito un blog muy sensato y bien pensado no estoy de acuerdo en muchas cosas de Santos pero queremos la paz, ya estamos cansados de tanto paramilitarismo y lo mejor es cumplir con nuestro compromiso este domingo un abrazo gracias por compartirlo conmigo

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  3. El sentir nacional... (Al menos de los q no estamos en la rosca)

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  4. Sebastián Rodríguez Luna Interesante escrito del que nos podríamos sentir identificados muchos colombianos. Tristemente, como dijo Clara López: "prefiero hacer oposición bajo la paz de Santos que bajo la guerra de Uribe".Es que a final de cuentas: "vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él" F. Bacon.

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  5. Luis Everth Giron Drada12 de junio de 2014, 20:50

    Incoherente! Pero coherente!

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  6. Yo voto por Santos porque negociar para terminar la guerra con los grupos insurgentes es recuperar territorios que por centenares de años pertenecen a estos grupos, habitados por colombianos que ni siquiera sueñan con agua potable, carreteras ni fluido eléctrico y sí nosotros nos quejamos porque el sistema de salud no funciona, ellos no cuentan siquiera con un puesto de salud. Hablo de los colombianos que habitan el Vichada, Guaviare, Guanía, Amazonas, allí están miles de colombianos olvidados del Estado y que ni siquiera con la ofensiva militar en los 8 años del gobierno Uribe recuperaron sus derechos (Utopías de la guerra). Al firmar la paz, porque el Estado ha estado en guerra con las guerrillas, hay esperanza para ellos y para nosotros. Admiro, que por fin, un Presidente haya decidido recuperar esos territorios que requieren de una atención prioritaria, estos territorios están sirviendo de guarida a delincuentes narcotraficantes que no sólo son guerrilla, admiro que proponga invertir el presupuesto nacional en lo verdaderamente importante, educación, salud, vivienda, es lo ideal, si lo promete en campaña debe conformar su plan de desarrollo, el cómo lo va a hacer y con quiénes, es el pero... las manifestaciones propias de la condición humana como el egoísmo, la falta de ética, la ausencia de responsabilidad social que se anteponen al servir y a velar por los intereses públicos sigue siendo una tarea de nosotros los ciudadanos activos, defender lo público, denunciar los excesos de poder y continuar sin desfallecer en la construcción de nuestro país y así un día podemos ver que la realidad sobrepasa lo soñado hoy.

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  7. Muy de acuerdo! . Personalmente tengo una posición muy clara frente a que construcción de patria debemos forjar, que sociedad alterna a este modelo de explotación construir y a que modelo de "democracia" combatir. Mi voto es por la paz, Por el fin de 50 años de conflicto, pero por la construcción de un frente amplio por la paz que se construya como Oposición al Gobierno, y con mi voto este domingo evitare tener que ver como se van a la basura los adelantos del movimiento social y popular en manos del facismo que representa Ocar Ivan Zuluaga. Ni el voto el blanco, ni la abstención electoral son camino para Colombia en este momento.

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  8. Como lo expresa tu escrito es complicado; y mundanamente imposible, que las aspiraciones individuales sean exteriorizadas en un alter. Por otro lado, la paz se volvio una estrategia electoral y es importante resaltar que es necesaria una justicia transicional despues de firmar. Frente a la situación, necesitamos un presidente y por oposición absoluta a un gobierno aun dudoso de la cantidad de crimenes que falten por salir a la luz distorsionadamente por los medios amarillistas, prefiero a Santos. Gracias por compartir.

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  9. La tesis es: votar por el menos malo.

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  10. Juan Felipe Zuluaga Malagon12 de junio de 2014, 23:20

    Lo único que espero es que dentro de 4 años no nos veamos en la penosa necesidad de votar por Zuluaga para que no elijan a Ordonez.

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  11. De alguna forma el voto por la palomita santista es un voto de una inocente esperanza por la paz. seguiré diciéndolo; en estos tiempos de "avance" es muy triste tener que escoger el menos peor.
    Muy buen escrito te felicito.

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  12. Sebas!!

    Que dicha leerte con esta coherencia con esta mirada critica y un pensamiento tan crítico.

    Yo soy partidaria de que cada quien votará por quien realmente lo convenza y no me molestare en convencer a los señores seguidores del Centro Democrático, Uribe y OIZ de que mi postura es mucho mas razonable y ciertamente mas progresista.

    Votar por Santos no es faltarle a los ideales propios ni dejar de creer que la acabar la corrupción es posible, es entre las opciones apostarle a estar mas cerca de una nueva realidad y tangibilizar los sueños de los últimos 60 años de un país entero.

    Me encanta tu texto y comparto muchos de los comentarios y argumentos esbozados.

    Te felicito por la conciencia y la intensión de participar en esta democracia.

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  13. Andrés Muñoz Ordóñez12 de junio de 2014, 23:34

    La batalla final entre Eddy Monster y Cara'eluna esta por llegar.

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  14. Triste realidad.

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  15. Entre muchas cosas me gusto esto: " La paz es cara y requiere muchas dosis de perdón, pero sobre todo de mucha capacidad de aceptar que los que han hecho la guerra son como nosotros: tienen aspiraciones y pueden expresarlas". Que buen Articulo sebas, Gracias por compartirlo.

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  16. Nunca me esperé que ese "votaré por santos" saliera de usted jajaja.... pero estoy de acuerdo con lo que expresó

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  17. David Triviño Bonell13 de junio de 2014, 16:48

    yo estoy en el mismo dilema

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  18. Me encantó Sebas, y creo que muchos otros colombianos expondrian puntos de vista parecidos a los tuyos, yo me incluyo ahí!

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